viernes, 18 de diciembre de 2009

romance celestial

De amor se han escrito muchas historias, pero ninguna mas cotidiana que la que tienen la Luna y el Sol desde que el tiempo usaba chupete, cruel destino y a la vez ejemplo de equilíbrio cóscmico. El domina el cielo de nuestros dias, pero dice la leyenda que los dias de nubes densas y lluvias, el Sol viaja hasta la casa de la Luna, tan solo para observarla desde la ventana y llenar sus ojos de la grácia de ella, ajena a la mirada de su amado y coqueta la Luna se mira en el espejo de los mares y los rios, admirando su blanca tez.

Amor eterno el del Sol por la Luna, un amor que un día pactaron que fuera clandestíno y asi lo firmaron, cuando las flores se abren a finales del invierno el Sol se erige en el rey, un reinado de luz que se alargará hasta finales del verano, con dias de sol de hasta deiciseis horas. La Luna aguarda oculta desde su balcón a que el Sol termine de trabajar, y con fuerza y ganas de exhibirse sale las noches de calor a iluminar las sonrisas, lágrimas, la pasión y el desamor de millones de parejas, una testigo muda de todo lo prohibido, oculto y privado. Suspira por ser mujer y poder besar al Sol, sueño pueril el sueño mas nunca se cansará de soñarlo, pues por caprichos del destino y efímera suerte, el Sol y la Luna se besan y aman en una danza de oscuridad llamada eclipse.

El Sol incansable sale cada mañana a iluminar la vida de nuestras historias, nuestros tropiezos, aciertos, nuestras risas y lantos, y mudo como su amado admira todo lo que acontece soñando con un día nublado donde poder escaquearse del trabajo y mirar a su amada desde la ventana, enamorado y entre suspiros... por eso cuando veais un día nublado, o unca noche sin Luna no os quejeis ni os pongais tristes y pensad que no puede haber pareja mas desdichada que ellos, que comparten el cielo desde tiempos inmemoriables y en ocasiones contadas se pueden ver, besar o amar.

Asi que si tu historia se vuelve tortuosa y por mas cerca que tengas al ser amado no puedas verle, hablarle, abrazarle y besarle, no te desanimes y piensa que si ellos llevan una eternidad danzando en nuestros cielos tu tienes el deber de resistir a la pena, el llanto y todos las trampas de un largo camino llamado vivir.

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