Vieja história la que os relato, sombra de amor que me persigue desde que conocí esa palabra, que bonito es querer, pero que precioso es que te quieran..
Una de tantas histórias comienza así, conocí a esa chica en tercero de primària, no me interesó mucho cuando la ví, me pareció una de las 15 niñas de la clase, sin mas.. todas eran inaccesibles a mi timidez, a medida que vas tejiendo conversaciones con la gente te vas adaptando a un nuevo colegio, nuevo, y en aparència sin la violència del anterior, la gente era un poco fría, pero lo prefería a las salvajadas vividas en el otro colegio (del que guardo también buenos recuerdos).
Con 10 años apenas te das cuenta de cosas que con 13 son evidentes, porque miras mucho a una chica, porque te pones nervioso cuando te mira, porque le robas los làpices para que venga a pedirtelos a la mesa, solo para verla.. la verdad es que mi germén ligón yo tenía mis trucos. El curso pasó y no tube demasiado roce con ella, tan solo eramos compañeros de clase, sin mas.. aquel año me fijé en otra chica, nada reseñable, en cuarto me fijé en otra, quizás mas desgarvada y exuberante por decirlo así, pero había algo de ella que me gustaba noche, y no lo entendía porque me trataba muy mal..el caso que ya con mas relación con mis compañeros y con la curiosidad de los 11 años fui fijandome en mas chicas, pero todas me parecían igual de utópicas asi que segui a lo mio, hasta bien entrado quinto, ya había invitado a mucha gente a mi cumpleaños, desde que viviamos en aquell casa todo parecía ir mejor, tenía amigos y amigas por primera vez en la vida, y la chica de la que os hablaré vivía carretera arriba, fue ella quien me invitó a su cumpleaños, pero por cosas del destino no pude ir porque mi madre estava enferma.
Durante ese curso fui fijandome en ella, en sus ojos azules, en su pelo que olía tan bien, en sus vestidos, en todo, empecé a darme cuenta de que no era una mas, no era consciente de ello pero con el tiempo lo he sido. Evidentemente mi timidez hacía que no se notara que la miraba, o que siempre iba detrás de ella cuando hacíamos cola, solo por oler su pelo, supingo que con el tiempo mucha gente lo supo, porque atas cabos sueltos y tal, pero que yo sepa ella nunca lo supo, porque no encontré el valor de decirselo. Cuando le miraba en clase perdía el norte, no atendía al profesor, no estaba en ese mundo.. su sonrisa, su voz nasal, su pelo y su amabibilidad conmigo, le hacian diferente al resto, ya con el curso casi acabado era hora de ir de colonias, y solo he ido tres veces en mi vida(por dinero)en segundo, en sexto y en segundo de ESO, pues bien, fuimos de colonias a un pueblo del pirineo llamado Saldes.
Pero como os expliqué en anteriores historias, yo no era un niño demasiado bueno en clase y siempre estaba castigado, asi que todo este tipo de salidas y viajes estaban a expensas de que el profesor se cabrease y dijese; tu no iràs Miguel. En un arrebato de madurez pensé, yo quiero ir de colonias, estoy harto de que me las cuenten, que si fulanito besó a no se quien etc..yo quiero ser normal (una palabra que siempre me ha perseguido..). Me dejaron ir estaba muy ilusinado de poder estar tantos dias enteros con ella, aunque no esté con ella exactamente, pero cerca..en mi timidez me conformé con eso.
Nos distribuimos entre tiendas de campaña y cabañas de madera, dos dias lo uno y dos dias lo otro, yo no sabía nadar, no sabía ir en bici, no sabía muchas cosas que aprendí en la montaña, siempre me han sobreprotegido e ido tarde en todo esto de aprender a, la primera noche nos la pasamos dando por culo sin dormir y jugando al badminton..cosas de cuando tienes 12 años y muchas ganas de hacer cosas que en teoria jamñas haràs como jugar a badminton a las 4 de la mañana. Ella dormía en una cabaña de madera, una cabaña donde habían 8 personas, y en las tiendas entre 3 y 4, asi que al hacer el cambio de cabaña a tienda de campaña muchos se cambiaron los puestos, pero ella se quedó en la cabaña, la suerte quiso que también fuese la mia..que nervios a la hora de cenar, que cosa por el estómago, le miraba y no podía comer.
La noche cayó en el pirineo y en venganza por darles la vara la primera noche los profesores iban rondando para ver si dormiamis, pero estabamos cuchicheando entre susurros y diciendo tonterias propias de los 12 años, por timidez (estúpida timidez) no me atreví a dormir en su litera, estaba unas dos camas mas alejado, solo pensar en tenerla cerca toda la noche me ponía muy nervioso en un tiempo aún sin sexualidad. al no poder dormir le dije a mi mejor amigo que vigilase si venía alguien, y me fui a las 4 de la mañana a merodear por los alrededores con un solo objetivo, mañana le tienes que decir que te gusta mucho, diselo, ya! Como intuïs no le dije nada de nada..
Tantas veces quise decirselo y jamás se lo dije, por eso ahora prefiero morir de decepción que vivir en el que pudo ser, nunca mas me callaré lo que siento, porque si no te digo que me gustas..rebiento!
Una de tantas histórias comienza así, conocí a esa chica en tercero de primària, no me interesó mucho cuando la ví, me pareció una de las 15 niñas de la clase, sin mas.. todas eran inaccesibles a mi timidez, a medida que vas tejiendo conversaciones con la gente te vas adaptando a un nuevo colegio, nuevo, y en aparència sin la violència del anterior, la gente era un poco fría, pero lo prefería a las salvajadas vividas en el otro colegio (del que guardo también buenos recuerdos).
Con 10 años apenas te das cuenta de cosas que con 13 son evidentes, porque miras mucho a una chica, porque te pones nervioso cuando te mira, porque le robas los làpices para que venga a pedirtelos a la mesa, solo para verla.. la verdad es que mi germén ligón yo tenía mis trucos. El curso pasó y no tube demasiado roce con ella, tan solo eramos compañeros de clase, sin mas.. aquel año me fijé en otra chica, nada reseñable, en cuarto me fijé en otra, quizás mas desgarvada y exuberante por decirlo así, pero había algo de ella que me gustaba noche, y no lo entendía porque me trataba muy mal..el caso que ya con mas relación con mis compañeros y con la curiosidad de los 11 años fui fijandome en mas chicas, pero todas me parecían igual de utópicas asi que segui a lo mio, hasta bien entrado quinto, ya había invitado a mucha gente a mi cumpleaños, desde que viviamos en aquell casa todo parecía ir mejor, tenía amigos y amigas por primera vez en la vida, y la chica de la que os hablaré vivía carretera arriba, fue ella quien me invitó a su cumpleaños, pero por cosas del destino no pude ir porque mi madre estava enferma.
Durante ese curso fui fijandome en ella, en sus ojos azules, en su pelo que olía tan bien, en sus vestidos, en todo, empecé a darme cuenta de que no era una mas, no era consciente de ello pero con el tiempo lo he sido. Evidentemente mi timidez hacía que no se notara que la miraba, o que siempre iba detrás de ella cuando hacíamos cola, solo por oler su pelo, supingo que con el tiempo mucha gente lo supo, porque atas cabos sueltos y tal, pero que yo sepa ella nunca lo supo, porque no encontré el valor de decirselo. Cuando le miraba en clase perdía el norte, no atendía al profesor, no estaba en ese mundo.. su sonrisa, su voz nasal, su pelo y su amabibilidad conmigo, le hacian diferente al resto, ya con el curso casi acabado era hora de ir de colonias, y solo he ido tres veces en mi vida(por dinero)en segundo, en sexto y en segundo de ESO, pues bien, fuimos de colonias a un pueblo del pirineo llamado Saldes.
Pero como os expliqué en anteriores historias, yo no era un niño demasiado bueno en clase y siempre estaba castigado, asi que todo este tipo de salidas y viajes estaban a expensas de que el profesor se cabrease y dijese; tu no iràs Miguel. En un arrebato de madurez pensé, yo quiero ir de colonias, estoy harto de que me las cuenten, que si fulanito besó a no se quien etc..yo quiero ser normal (una palabra que siempre me ha perseguido..). Me dejaron ir estaba muy ilusinado de poder estar tantos dias enteros con ella, aunque no esté con ella exactamente, pero cerca..en mi timidez me conformé con eso.
Nos distribuimos entre tiendas de campaña y cabañas de madera, dos dias lo uno y dos dias lo otro, yo no sabía nadar, no sabía ir en bici, no sabía muchas cosas que aprendí en la montaña, siempre me han sobreprotegido e ido tarde en todo esto de aprender a, la primera noche nos la pasamos dando por culo sin dormir y jugando al badminton..cosas de cuando tienes 12 años y muchas ganas de hacer cosas que en teoria jamñas haràs como jugar a badminton a las 4 de la mañana. Ella dormía en una cabaña de madera, una cabaña donde habían 8 personas, y en las tiendas entre 3 y 4, asi que al hacer el cambio de cabaña a tienda de campaña muchos se cambiaron los puestos, pero ella se quedó en la cabaña, la suerte quiso que también fuese la mia..que nervios a la hora de cenar, que cosa por el estómago, le miraba y no podía comer.
La noche cayó en el pirineo y en venganza por darles la vara la primera noche los profesores iban rondando para ver si dormiamis, pero estabamos cuchicheando entre susurros y diciendo tonterias propias de los 12 años, por timidez (estúpida timidez) no me atreví a dormir en su litera, estaba unas dos camas mas alejado, solo pensar en tenerla cerca toda la noche me ponía muy nervioso en un tiempo aún sin sexualidad. al no poder dormir le dije a mi mejor amigo que vigilase si venía alguien, y me fui a las 4 de la mañana a merodear por los alrededores con un solo objetivo, mañana le tienes que decir que te gusta mucho, diselo, ya! Como intuïs no le dije nada de nada..
Tantas veces quise decirselo y jamás se lo dije, por eso ahora prefiero morir de decepción que vivir en el que pudo ser, nunca mas me callaré lo que siento, porque si no te digo que me gustas..rebiento!
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